Miren a mi mulo

 

Miren a mi mulo                                                              Rodrigo Lorenzo                                              

Los hombres de la Comandancia de Aduanas,

por lo menos los de esta población,
con un ritmo demasiado ostentoso, llenan los salones del casino.
O en la terraza, a la sombra, miran de medio lado a la gente pasear.

¡Miren esa moto, va como la seda,

poderoso faro, freno de carreras!
¡Miren a mi mulo, va como la seda,

la montura nueva, la barriga llena!

De vez en cuando hay un atasco escandaloso,
al asomar el morro, un Chevrolet.
Pero todo vuelve a estar tan tranquilo,

como en la costa al atardecer,
que es cuando menos se ve, y el guardacostas tiene más lío.

Tarareando a la tarde.
Miren a la gente anudando la palma.

Miren a la gente vacilando en el llano.

Miren a la gente tarareando a la tarde.

Anudando la palma o lo que sea.

Mírelo.