La secta de la hormiga Rodrigo Lorenzo
Esta mañana nos hemos despertado todos a la vez.
Las vibraciones eran muy agudas, las apaga la pared.
Las producían los tubos y los picos de unos seres voladores.
Cada iniciado coge una hormiga y habla en sus antenas.
El día vibra en plena armonía las ánimas se lamen.
El territorio puede recorrerse repartiendo gotas a los visitantes.
Las cañerías resuenan, habitadas por tétricos poemas.
Han sido recitados por sonámbulos de esta secta.
El rito más sagrado es con criaturas de piel morena y cintura estrecha.
Cada iniciado coge una hormiga y habla en sus antenas.
El día vibra en plena armonía las ánimas se lamen.
El territorio puede recorrerse repartiendo gotas a los visitantes.
La estación de los colores tristes se fue con negras aves. Con negras aves.
Lo que nos pase a cualquiera de nosotros nos hace vulnerables.
La estación de los colores tristes se fue con negras aves.
Cada iniciado coge una hormiga y habla en sus antenas.
El día vibra en plena armonía las ánimas se lamen.
El territorio puede recorrerse repartiendo gotas a los visitantes.